La compañía americana le puso fin a su producción
En 2010 Microsoft nos ofrecía un dispositivo con el cual quiso competir con la novedosa jugabilidad de La Nintendo Wii, ofreciendo algo diferente, con este nuevo dispositivo podríamos controlar un juego usando simplemente nuestro cuerpo, sin necesidad de mandos como en el caso de Wii o Playstation.
La aparición del Kinect sorprendió a un mercado que gracias a la novedosa fórmula nos hizo imaginar un futuro más interactivo gracias a sus sensores de lectura de movimiento. La inicial buena acogida impulsó el desarrollo de una segunda versión ofrecida en combo con la Xbox One, por lo que en el lanzamiento supuso un incremento de costo frente a su competidor más cercano, esto sumado a una cuestionable función, que a opinión de algunos atentaba contra la privacidad, marcó el debut de este periférico cuyo fin, luego de 7 años, ya se hizo público.
Más de 35 millones de unidades vendidas
Alex Kipman y Matthew Lapsen diseñador y director general de Xbox D. Marketing, no revelaron más detalles, solo confirmaron el fin de su producción. Aun con las mejoras que supuso la segunda versión el dispositivo se encontraba fuera del foco público y de la agenda principal de Microsoft, y es que prácticamente no ha sido considerado en los juegos exclusivos de la compañía. Aquel proyecto que nació como Project Natal y que llegó a vender más de 35 millones de unidades, ya es parte de la historia de los periféricos cuya innovación se fue diluyendo con el tiempo.