La actriz Adele James, quien encarna a la famosa reina en una producción de Netflix, fue víctima de críticas y bullying en las redes sociales. El hecho incluso motivó a un abogado egipcio a presentar una demanda contra la plataforma, para que dicha obra sea bloqueada en el país.
El motivo principal se centra en el aspecto de la protagonista. Durante mucho tiempo se tuvo y se tiene la imagen étnica de una Cleopatra caucásica, ya que su padre, Ptolomeo XII, era de origen griego.
Adele James, interpreta a Cleopatra en la producción de Netflix
¿ CUAL ERA EL ASPECTO RACIAL DE CLEOPATRA ?
Mucha gente identifica el aspecto de Cleopatra con la que se difundió a travez de películas y la televisión. La más reconocida se produjo en 1963, donde la soberana del antiguo Egipto fue representada por Liz Taylor, una estrella hollywoodiense de aquellos años.
Étnicamente, la famosa actriz era una mujer blanca, de ojos violeta y origen anglosajón. La pregunta sería: ¿Qué tan fiel fue la representación racial en este caso? Digamos que, sobre todo, fue producida con el objetivo de seguir aprovechando la ascendente carrera de Taylor.
La clave de su real aspecto, la tendríamos en unos últimos estudios. Según investigadores del Instituto Arqueológico de Austria, quienes analizaron los huesos de una hermana de Cleopatra, concluyeron que la reina egipcia tenía un origen mixto.
Es decir, tal y como se encuentra conformado el grueso de la población egipcia actual. Tenía características de blancos europeos, de egipcios y africanos negros.
Liz Taylor interpretó a la reina egipcia en 1963
¿ LA REINA EGIPCIA DE NETFLIX SE AJUSTA A LA REALIDAD?
Adele James no ha sido indiferente a este cuestionamiento mediático, pero solo respondió diciendo en resumen que: ‘si no les gusta, no lo vean’. La joven actriz es inglesa y aunque tiene ascendencia africana, también es notoria su mezcla racial.
Si bien Cleopatra tenía origen macedonio por su padre, la fuente étnica materna tuvo que influir en el actual aporte científico sobre su aspecto racial.
Rostro de Cleopatra, según la reconstrucción de la egiptóloga Sally Ann Ashton.
Por otro lado, para nadie es extraño que en los últimos años existe una clara orientación a la reivindicación de las minorías. Para un sector de la industria de medios, representar a Cleopatra como una mujer más enraizada con el africanismo se convierte en un logro político-cultural.
Y es que los prejuicios de género y raza, siguen latentes dentro de la visión occidental hasta estos días. Si bien estamos frente a un proceso cultural, sería importante que el actual nivel de orientación progresista no tropiece tanto mientras intenta sus objetivos. Existe gente que se cautivará por la fantasía, la realidad, o los idealismos, pero al final buscamos lo mismo: ver algo que merezca nuestro tiempo frente a una pantalla.